Feminismo español hoy – última parte
El llamado “techo de cristal” de las mujeres es también otro problema que hay que considerar.
Cada vez son más las mujeres universitarias –ya son algo más de la mitad de las licenciaturas y doctorados– pero eso no se traduce en una proporción igual en cargos de responsabilidad y poder en ningún ámbito, estando algunos estrechamente cerrados y protegidos por la dominación patriarcal, como las grandes empresas, la universidad o la política.
De la Iglesia católica, ni hablamos, ya que por su propia organización jerárquica de corte patriarcal no se mueve ni un milímetro. Incluso ha tomado el claro partido de ser una de las instituciones que ataca continuamente la igualdad de las mujeres, su libertad y su autonomía, clamando por un modelo de familia tradicional y movilizando a sus cada vez más escasas bases en contra de cualquier ley progresista en este sentido. Ni atendiendo a la precariedad cada vez mayor de sus posiciones ni a los requerimientos de grupos cristianos progresistas cede en su ultraderechización.
Un reto para las políticas de género en el actualidad es la igualdad, la educación y la integración de las mujeres inmigrantes, la mayoría de ellas empleadas en trabajos precarios, en condiciones de explotación, cuando no directamente en la prostitución más sórdida. Mientras la segunda generación, las hijas de las inmigrantes, tratan de modernizarse e integrarse en la sociedad occidental, las familias recientemente llegadas imponen aún matrimonios forzosos o privan a sus hijas del derecho elemental a la educación. Nos espera, a ellas y a nosotras, un largo camino de liberación.
No podemos saber cómo será el futuro, pero se vislumbra que el movimiento feminista, minoritario siempre en cuanto a sus cabezas pensantes y a sus teóricas, irá creciendo aún más, encontrando su gran base social en el asociacionismo y el activismo de muchas mujeres comprometidas. Un premio como el Nacional de Ensayo, concedido por primera vez a una feminista, a la pensadora Celia Amorós, no hace sino abonar nuestras esperanzas.
Cada vez son más las mujeres universitarias –ya son algo más de la mitad de las licenciaturas y doctorados– pero eso no se traduce en una proporción igual en cargos de responsabilidad y poder en ningún ámbito, estando algunos estrechamente cerrados y protegidos por la dominación patriarcal, como las grandes empresas, la universidad o la política.
De la Iglesia católica, ni hablamos, ya que por su propia organización jerárquica de corte patriarcal no se mueve ni un milímetro. Incluso ha tomado el claro partido de ser una de las instituciones que ataca continuamente la igualdad de las mujeres, su libertad y su autonomía, clamando por un modelo de familia tradicional y movilizando a sus cada vez más escasas bases en contra de cualquier ley progresista en este sentido. Ni atendiendo a la precariedad cada vez mayor de sus posiciones ni a los requerimientos de grupos cristianos progresistas cede en su ultraderechización.
Un reto para las políticas de género en el actualidad es la igualdad, la educación y la integración de las mujeres inmigrantes, la mayoría de ellas empleadas en trabajos precarios, en condiciones de explotación, cuando no directamente en la prostitución más sórdida. Mientras la segunda generación, las hijas de las inmigrantes, tratan de modernizarse e integrarse en la sociedad occidental, las familias recientemente llegadas imponen aún matrimonios forzosos o privan a sus hijas del derecho elemental a la educación. Nos espera, a ellas y a nosotras, un largo camino de liberación.
No podemos saber cómo será el futuro, pero se vislumbra que el movimiento feminista, minoritario siempre en cuanto a sus cabezas pensantes y a sus teóricas, irá creciendo aún más, encontrando su gran base social en el asociacionismo y el activismo de muchas mujeres comprometidas. Un premio como el Nacional de Ensayo, concedido por primera vez a una feminista, a la pensadora Celia Amorós, no hace sino abonar nuestras esperanzas.
De Fuensanta M. Clares, España
2 Comments:
É desta forma que termina mais uma participação especial n’O Mal da Indiferença, desta feita, vinda de Espanha pela escrita de Fuensanta M. Clares, autora do blogue “Artículos”, um espaço dedicado ao feminismo, pacifismo, literatura e temas sociopolíticos.
Aproveito o ensejo para reiterar o agradecimento a Fuensanta pela disponibilidade e simpatia que demonstrou ao colaborar connosco.
Muito obrigada,
Anabela.
Gracias a vosotras, Anabela, por ofrecer este espacio de expresión. Ha sido un placer colaborar, y sabéis que me tendréis siempre dispuesta para lo que convenga hacer.
Saludos feministas
Fuensanta
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